Si tienes puertas que no cierran bien y dejan espacios entre el marco, la hoja y el suelo, estás perdiendo dinero y comodidad. Estas holguras permiten que el aire frío o caliente se escape de tu casa, haciendo que gastes más en calefacción o aire acondicionado.
También dejan entrar el ruido exterior, molestando tu tranquilidad y la de tu familia. Por eso, es importante que aísles bien tus puertas, especialmente las que dan al exterior, para mejorar el confort térmico y acústico de tu hogar.
Instalando burletes en tus puertas exteriores
Aislar los laterales y la parte superior de la puerta es relativamente fácil, ya que puedes colocar algún material aislante entre la hoja y el marco. Pero el espacio entre la puerta y el suelo es más complicado de resolver.
A no ser que quieras levantar todo el piso debajo de la puerta, la mejor solución es instalar un burlete o bajo de puerta que cierre la brecha. Es un trabajo sencillo que puedes hacer tú mismo con un poco de paciencia y las herramientas adecuadas.
Además de mejorar el aislamiento térmico y acústico de la puerta, estos dispositivos evitan que los insectos, el agua, el polvo y la suciedad entren en tu casa por debajo de la entrada.
¿Qué tipos de burletes o bajo de puerta existen?
Existen diferentes tipos de burletes o bajos de puerta, según el material, el diseño y el mecanismo que tengan. Los más comunes son los siguientes:
Burlete fijo o sencillo
Es el tipo más básico y consiste en una tira de goma de vinilo o neopreno que se fija a un soporte metálico que se atornilla o se clava a la parte inferior de la puerta. Tiene la ventaja de ser fácil de instalar y económico, pero tiene el inconveniente de que se desgasta con el tiempo por el roce con el suelo.
Burlete basculante o móvil
Es un tipo más sofisticado que utiliza un mecanismo para hacer bajar o subir el sello de goma según se abra o se cierre la puerta. De esta forma, se evita arrastrar el burlete por el suelo y se alarga su vida útil. Además, se adapta mejor a las irregularidades del piso.
Otros tipos
Hay otros tipos menos populares de burletes o bajos de puerta, como los que tienen cerdas o cepillos en lugar de goma, los que tienen forma de tubo relleno de espuma o fibra, los que tienen imanes para adherirse al suelo metálico, etc.
Todos estos tipos pueden adaptarse a la mayoría de estilos y tamaños de puertas, y se pueden encontrar en diferentes colores y acabados para combinar con la decoración.
¿Cómo se instala un burlete o bajo de puerta?
El método de instalación puede variar según el tipo y modelo de burlete o bajo de puerta que hayas elegido, por lo que te recomendamos seguir las instrucciones del fabricante. No obstante, te damos unos pasos generales para instalar un burlete fijo o sencillo que te servirán como guía:
- Limpia bien la parte inferior de la puerta con algún producto específico para eliminar cualquier resto de suciedad, grasa o pegamento.
- Mide el ancho de la puerta y el espacio que hay entre la hoja y el suelo. Corta el burlete con una sierra o unas tijeras de metal según la medida que hayas tomado, dejando unos milímetros de margen para que no quede demasiado ajustado.
- Coloca el burlete en la parte inferior de la puerta, alineándolo con el borde y dejando el mismo espacio a ambos lados.
- Perfora los agujeros con un taladro o un punzón donde hayas marcado los puntos para los tornillos o los clavos.
- Fija el burlete a la puerta con los tornillos o los clavos que hayan venido con el producto o que hayas comprado aparte. Aprieta bien para que quede firme y no se mueva.
- Comprueba que la puerta se abre y se cierra sin dificultad y que el burlete sella bien el espacio con el suelo.
Con estos pasos, habrás instalado un burlete o bajo de puerta que te ayudará a ahorrar energía y reducir el ruido en tu casa.